Situada en el distrito de Sauce, región San Martín, la Laguna Azul es uno de los mayores atractivos de la selva peruana.
La Laguna Azul, antes llamada “Tucuna”, se encuentra a 54 kilómetros de la ciudad de Tarapoto. Este precioso espejo de agua de 5 kilómetros de largo se ha convertido en uno de los destinos favoritos de quienes eligen pasar sus vacaciones rodeados de naturaleza.
Esta laguna se encuentra al lado de un volcán inactivo, lo que permite que el agua se mantenga en una temperatura ideal (20 grados) para disfrutar de un buen chapuzón.
Si te gusta la acción, puedes intentar hacer canopy o kayak. También tendrás la opción de subirte a una moto acuática.
Si tu plan es contemplar la belleza de este lugar sin mayores riesgos, puedes dar un paseo tranquilo a caballo por los alrededores de la laguna.
La gastronomía de la selva es una de las mejores del país. Aprovecha tu paso por ella para gozar de un sabroso ceviche de tilapia y otras delicias de Sauce y Tarapoto.
La selva peruana siempre se ha caracterizado por sus días calurosos. Por esa razón, lleva contigo protector solar, gorro y lentes de sol, así como repelente contra mosquitos.
No olvides proteger el medioambiente en todo momento. Lleva bolsas para recoger toda la basura y contribuye a que la Laguna Azul permanezca tan cautivante y bella como lo es ahora.
¿Cómo llegar en motocicleta?
Teniendo en cuenta que nos localizamos en Tarapoto, por medio de google maps ubicaremos el punto final para que así nos proporcione una ruta para poder llegar al destino final. El tiempo total de viaje fue de 3 horas, un poco más de lo previsto en realidad y les contaremos el por qué.
La ruta hasta el punto final fue super chevere, ya que tuvimos que pasar por mucha trocha (en su mayoría tierra muerta o fangosa) hasta dirigirnos hasta el pueblo de el sauce, luego y lo más chévere es que los pobladores han montado en el pico del cerro una mano de dios como mirador en la cual te puedes subir (pago de 5 soles) y puedes tomarte muchas fotos geniales. Luego de sortear diversos obstáculos llegamos al río Huallaga, donde tuvimos que montar las motos en una balsa cautiva grande junto a autos, camionetas y por medio de motores fuera de borda nos impulsaron hasta el otro extremo del río para así poder desembarcar y seguir nuestro camino hasta el puerto de la Laguna Azul.
En este punto, dejamos las motocicletas bien aseguradas y procedimos a embarcar en una lancha con muchas personas para poder cruzar toda la laguna azul hasta dirigirnos hasta tierra firme, a nuestro margen izquierdo, desembarcar y poder disfrutar de todas las maravillas que habían ahí como son botes, motos acuáticas y el restaurante rústica, el cual tenía una piscina que nos permitió relajarnos.
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Buenas rutas siempre
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