La laguna Querococha es una masa de agua de origen glaciar ubicada en la Cordillera Blanca en la región Áncash en Perú, tiene un color verde oscuro y se encuentra con algunos bosquecillos de queñuales alrededor. Está situada a 57 kilómetros al suroeste de la ciudad de Huaraz, a una altitud de 3972 m.s.n.m.
Su nombre puede venir de las palabras Quechuas qiru: vaso ceremonial para beber o q'iru: madera, y qucha: lago.
La laguna Querococha se ubica en la cuenca de Yanamarey dentro de a quebrada del mismo nombre en el Parque Nacional Huascarán, en los distritos de Ticapampa y Cátac, dentro de la provincia de Recuay. Querococha se encuentra en el lado oeste de la Cordillera Blanca, al suroeste de las montañas glaciares Yanamarey y Pucaraju, y al noroeste de los nevados Mururaju y Queshque y al este de la ciudad de Recuay.
¿Cómo llegar en motocicleta?
Partimos con rumbo a la Laguna Querococha, desde nuestro hospedaje situado en la ciudad de Huaraz. Ése día teníamos planeado visitar varios sitios turísticos, por lo cual decidimos salir con nuestras motocicletas a las 5:30 am. Créanme que fue una mala decisión partir tan temprano, ya que la helada (frío extremo) a esa hora de la mañana era tan fuerte que cuando salimos a los 10 minutos de estar manejando, se nos congelo los dedos de las manos y entumeció las piernas por completo, por lo cual tuvimos que parar para calentarnos.
Después de calentar los músculos por 5 minutos, seguimos con el recorrido y 15 minutos más tarde nos paso lo mismo, pero ésta vez nos detuvimos en un puesto donde venden emoliente (bebida que se prepara sobre la base de granos tostados de cebada, extractos de hierbas medicinales, azúcar y jugo de limón; entre las hierbas más usadas se encuentran la cola de caballo, linaza, alfalfa, llantén y boldo) para poder resistir el frío extremo que hacia tan temprano. Mientras disfrutábamos de nuestro emoliente super caliente, apreciábamos como el sol nos daba la más cordial compañía en nuestro próspero viaje que minutos después procederíamos a realizar.
Según nos describió la persona que preparaba el emoliente, junto con algunos pobladores que se encontraban en su pequeño puesto, es que la Laguna se abastece de agua de lluvia y de los glaciares de la cuenca del Yanamarey. Mientras narraban las historias, con el sol de compañía, una fresca brisa y susurros de pájaros revoloteando, nos mencionaron que desde la orilla se puede apreciar la montaña Pucaraju, cubierta sólo eventualmente con nieve y con su color rojo característico.
Acabada la sesión de calentamiento con los emolientes y la bella narrativa sobre la Laguna Querococha, procedimos a subirnos a nuestras motocicletas para seguir el recorrido de aproximadamente una hora hacia nuestro destino.
El recorrido fue super cómodo, la carretera estaba en perfectas condiciones, con una curvas de infarto, lo cual permitía dibujar finamente la inclinación de las motocicletas al paso de éstas. El paisaje era muy frondoso, con muchos árboles de pino y eucalipto; junto con un sol radiante e imponente sobre nosotros, lo cual daba la sensación de estar en un sauna. Los rompe muelles que habían en la carretera, hacía que el viaje se volviera más seguro por la reducción de velocidad que debían de realizar los ómnibus y camiones, para seguridad nuestra.
Llegamos a nuestro destino y tal cual nos relataron los pobladores, la montaña Pucaraju nos dio una gentil bienvenida a su morada y nos invito a visitar su Laguna, inmensa, pacífica, verdosa, con mucho ganado alrededor que estaban pastando los verdes campos que la rodeaban, una fina brisa de aire frío que se disipaba por el sol radiante que acompañaba nuestros pasos.
Así procedimos a bajar de nuestras motocicletas, y realizar un breve paseo por los alrededores, tomando fotografías y haciendo varios videos de nuestra afortunada visita a la Laguna Querococha.
Sección de fotos
Buenas rutas siempre
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